Es andar sin andar, estar sin estar. Es la nostalgia y el vacío por todas las querencias que se han ido sin querer. Porque los obligaron, los empujaron, los echaron. Nos echaron. Estamos exiliados en nuestra tierra. Una tierra muy nuestra que se siente muy extraña. Vivir con miedo es horrible... y duele.
Nací en el 93 en Venezuela. De familia extranjera que huyó tras los estragos que dejó la guerra. A mis nueve años la danza me escogió y desde entonces somos una sola. Soy periodista audiovisual y escribo porque lo que no pongo en palabras sobre el papel, lo borra el tiempo.